martes, 11 de diciembre de 2012

Vivir como un Stone: Episodio I

Vivir como un Stone: Episodio I


Pensaron que no durarían más de dos años juntos y aquí siguen. Durante estos tres días repasaremos las anécdotas de carretera, su biografía sentimental y su discografía emocional. Hoy, el 'Anecdotario pop'. Por Jaime Casas

Detalles, tópicos, hallazgos y encontronazos de una carrera plagada de acordes y desacuerdos. De grandezas y bajezas. Las anécdotas de la carrera más longeva del rock. Arrancamos este repaso alstoniano way of life con el primer capítulo: Anecdotario pop.
   60’s                                                                                                                                                        Desde un impreciso ‘minuto cero’ de julio de 1962, son “la banda de rock and roll más grande del mundo”. Así los denominó su mánager, Andrew Loog Oldham, y bajo esta premisa han ejercido durante medio siglo. Oldham los catapultó a la fama como némesis de The Beatles, pero los opuestos se atraen y en vez de enemigos se convirtieron en frenéticos colaboradores de saraos y viajes narcóticos a ninguna parte.
   70’s                                                                                                                                                        
Su época más salvaje. La del orgullo y el exceso. Las drogas, el auge de la cultura pop –Andy Warholno diseñó el logo de la boca ‘deslenguada’, sino John Pasche-, una ristra de discos mayúsculos y extravagancias de todo tipo, significaron la década.
  80’s                                                                                                                                                        La época más dura como grupo. Jagger se ausenta de la toma de decisiones (y casi del grupo) entre el 82 y el 87, generando un conflicto que a punto estuvo de finiquitar a los Rolling Stones.“Había una cierta cantidad de odio flotando en el ambiente que no era nada bueno”, ha confesado Ronnie Wood; “yo fui quien puso remedio”, asegura. Además, la muerte en 1985 del teclista Ian Stewart, dejó al grupo sin la “fuerza mordedora” para afrontar el choque con Jagger. Tom Waits o Jimmy Page colaboran con ellos en Dirty work (1986) pero no es hasta 1988 que Jagger y Richards recuperan el pulso amistoso y comienzan a componer de nuevo.
   90’s                                                                                                                                                        Tras la reconciliación llego la calma y la época de las grandes giras. En 1993, Bill Wyman anuncia en directo en la BBC que abandona. “Hice todo lo posible menos apuntarle con una pistola a la cabeza para que siguiera con nosotros”, dijo Richards. En 1995 giran por primera vez por Sudamérica y se produce una colaboración momentánea soñada por los fans: Bob Dylan los acompaña en directo en Montpellier cantando Like a rolling stone.
   00’s                                                                                                                                                       Instalados en la tercera edad pero viviendo de la mitología que habían cultivado en la década anterior, los Stones agrandan su leyenda. Scorsese los filma en el monumental Shine a light (2008), un directo en el que aparecen con insignes del momento como Jack White o Christina Aguilera. Bill Wyman yMick Taylor desempolvan su disfraz de Stone y tocan con ellos.

Fuente: Rolling Stone.
http://rollingstone.es/specials/view/vivir-como-un-stone-episodio-i

El nuevo álbum de Depeche Mode llegará en marzo


“Tiene una energía similar a la de 'Violator' y 'Songs of faith and devotion", asegura Martin Gore, sobre el decimotercer trabajo de estudio de la banda. Por Rolling Stone

El nuevo álbum de Depeche Mode llegará en marzoMartin Gore, Dave Gahan y Andy “Fletch” Fletcher, de Depeche Mode.
Depeche Mode anuncia que publicará su decimotercer disco de estudio (del que todavía no han desvelado el título) en marzo de 2013.
 “La música tiene una energía similar a la de Violator ySongs of faith and devotion y creo que las nuevas canciones están entre las mejores que hemos hecho”, ha comentadoMartin Gore, en un comunicado emitido por la banda. “El álbum es muy orgánico y directo. No es un álbum de blues pero tiene mucha alma", ha añadidoDave Gahan. "Durante la grabación tratamos de incorporar más elementos de la puesta en escena y de los conciertos, involucrándolos en el disco”, continúa el cantante.
La banda pionera de tecnopop ya ha anunciado su visita a España este verano, en el Bilbao BBK Live  (del 11 al 13 de julio), dentro de una gira por Europa con la dará 34 conciertos en 25 países de Europa. Su primera parada será en Tel Aviv, el 7 mayo.

Fuente: Rolling Stone

miércoles, 5 de diciembre de 2012

¿Qué queremos los hombres? Continuación al primer ensayo.



Imagino que la mayoría de las personas que lean esta continuación de las teorías de contenido social basadas en mis propias experiencias e impresiones; serán del sexo femenino, por supuesto no voy a excluir a aquellos hombres que gusten de su mismo sexo o quizas, algún otro desorientado que no esté seguro de lo que quiere.

La teoría que relata lo que queremos los hombres tiene necesariamente que ser explicada de forma distinta a la anterior “¿Qué quieren las mujeres?” puesto que supone una serie de postulados mucho menos complejos y por supuesto de menos exigencia. Requiere una comparación inicial, más que una negación de teorías anteriores, como se explicó en el ensayo previo sobre la mujer.

Algunas imágenes comparativas.

La mujer puede hacer muchas cosas para mejorar su imagen cuando se ve al espejo. Puede maquillarse, secarse el cabello o rizarlo, pintarse los labios y las uñas, depilarse, hacerse cualquier cantidad de tratamientos faciales, hacer dietas para adelgazar o engordar, comprar artículos de vestir que hagan que sus atributos resalten y, si no quieren sufrir demasiado con las dietas o los “gadgets”; siempre pueden ir a un cirujano, hoy muy proliferados en el mundo y quitarse o ponerse lo que les plazca, donde les plazca y en la cantidad que les resulte más favorable.

Nosotros los hombres, una vez que vamos al espejo y nos vemos… Ya no hay nada que hacer. 

Por esta razón vamos fuera de nuestro lugar de confort (la casa) y salimos a buscar oficio o a inventar lo primero que se nos ocurra para resaltar en el mundo; no nos importa demasiado cualquier otro resultado en nuestras profesiones, más que los posibles éxitos nos sirvan para atraer mujeres. 

Un hombre es capaz de deprimirse todo un día por la pérdida de un negocio, por un fracaso laboral, por una materia aplazada (en caso del estudiante), situaciones vergonzosas que comprometan su profesionalidad y esta inmensa depresión no es por el hecho en sí; ¿qué diablos importa si mi jefe o mis clientes piensan mal o bien de mí?  

El éxito profesional para el hombre está sobrevalorado, realmente no tiene mucho sentido, estamos felices siempre, no nos importa ni nos damos cuenta del 90% de las cosas que suceden a nuestro alrededor, sólo nos impulsa, nos confunde, nos intriga y nos mueve de nuestros cómodos espacios una cosa: Cada fracaso nos aleja de la posibilidad de conseguir más mujeres.

Es por eso que utilizamos estrategias y tácticas para llegar a nuestro objetivo primordial; no existe ningún hombre que no alardee de sus logros profesionales porque realmente es lo único que podemos hacer, ni siquiera nos agrada demasiado nuestro físico, no es tan delicado, tan perfecto, tan rítmico, insinuante. No tenemos maquillaje, el éxito es nuestro maquillaje; ni hablar de aquellos que quieren convertirse en mujer, han ido un paso más allá, quieren ser lo que no pueden tener. 

Por tanto vivimos y respiramos por obtener éxitos que podamos mostrar a las potenciales candidatas de nuestro amor miserable e inmisericorde. 

Algunos ejemplos: 

La novela Romeo y Julieta no terminó bien, pues la capacidad de declamar poemas no es algo de lo que puedes hacer mucho alarde, al final del día aburre; además podría asegurar que el caballo de Romeo era bien convencional, lo equivalente a un Chevrolet Spark hoy en día.

Algo mucho más actual; en la saga “Crepúsculo” el vampiro/hada madrina Edward Cullen tuvo que ir a arriesgar su vida a Italia para que Bella Swank no se terminara quedando con el tipo que se convertía en lobo. Cullen la trataba bonito y era “misterioso”, sí por supuesto, pero brillar en la oscuridad con escarcha y pasar 200 años en el mismo grado escolar no es algo que te da muchos puntos. Convertirse en Lobo para defenderte cada vez que estas en peligro, avanzar en secundaria a la par, comer cosas normales y no brillar en la oscuridad: Puntos para Jacob.

No podemos pasar por alto el ejemplo típico de Christian Grey; un tipo enfermo sexualmente, con un complejo de Edipo bien retorcido, una cantidad de parejas de las que nadie quiere hablar y con cuarto de tortura en su casa incluido; para lograr estar con Anastacia Steele tuvo que pasar las de Caín, porque el pobrecito se había enamorado. Buscarte en helicóptero: punto para Christian; tener una empresa de desarrollos sustentables, combatir la hambruna y salvar al planeta: Te ama por siempre.

Les puedo asegurar con el último ejemplo que Christian no quería hacer nada de esto, es agotador eso de salvar al mundo; pero tenía que tener algo bueno dentro de esa casa de torturas en la que vivía y con un prontuario de sumisas y parejas sexuales.

Lo que queremos los hombres es sencillo, no tiene ni que enumerarse, como sí tuve que hacer en el caso de la mujer. Queremos cosas que parecen fáciles de conseguir, pero no lo son, sobre todo porque convivimos y nos gusta convivir con nuestro némesis: Las mujeres.

Como dijo alguna vez Jerry Seinfeld: “Nadie quiere construir un puente” los ingenieros lo hacen para mostrarlo a sus parejas; “Nadie quiere ir al espacio” Los astronautas sólo esperan llegar a tierra para decir a sus parejas: “¿Me viste allá arriba?”

Cuando un hombre, en silencio por mucho tiempo, a la pregunta ¿te sucede algo? les responde: “no me pasa nada” parece increíble pero es así; casi nunca nos pasa nada, sólo estamos por ahí, viendo a nuestro alrededor y pensando: “me pregunto si hoy tendré sexo” o en su defecto: “¿Cuánto tiempo pasara antes de que vuelva a tener sexo?” 

Pensamos otras cosas sí, pero no nos importan tanto; nos preocupan las nimiedades y hacemos fáciles adversidades y ¿para qué? Para ser reconocidos como “hombres de éxito”, “hombres seguros”, “hombres valientes”; adjetivos directamente proporcionales al logro del objetivo único y esencial: Ustedes las mujeres.

Entonces ¿Qué quieren? Se preguntarán; pues es muy sencillo: Queremos paz (pues la guerra es otro alarde de nuestra valentía); sinceridad (para salir en búsqueda de otra mujer o de más éxito en caso de que no nos quieran); silencio (cuando no hablamos y respondemos sinceramente que no nos pasa nada); atención y reforzamiento positivo (porque de nada vale el éxito si no es reconocido por nuestro objetivo) y por último y lo más evidente: Sólo queremos mujeres.

Alejandro Suárez Basso.