El Pou d’Avall, el más popular y primitivo de los cuatro lavaderos de
Benissa, todavía conserva la piedra que seguía el curso del agua desde
la fuente de les Maruques hasta el barranco donde las mujeres hacían su
colada. Así fue hasta finales de los años 60 del siglo pasado, cuando el
agua potable y aquellas fuentes con sus balsas, sus porches y sus
tertulias, se quedaron vacías.
Tras el abandono y la degradación, la concienciación sobre su valor histórico, arquitectónico y social es reciente, según explica Joan Josep Cardona, cronista oficial de Benissa. En la primera década del 2000, la presión urbanística amenazó la supervivencia del Pou d’Avall y fue una campaña ciudadana la que salvó al pilón de acabar en el centro de una rotonda. Hoy, una original y modesta iniciativa del Casal Cultural-ACPV de Benissa, reivindica su conservación. Desde hace siete años, la entidad organiza, con la colaboración del Ayuntamiento, els Llavadors poètics, una invitación a recuperar y ocupar los lavaderos con las armas de la poesía y la música.
“Son actos reducidos a los que suelen acudir unas 30 personas”, indica Gandía, miembro del Casal Cultural. “Cada uno viene con su cena y nosotros ponemos algo de picar y el postre. Encendemos velas y se crea un ambiente de complicidad entre los asistentes y los músicos”.
Benjamín Ortolá, agricultor y poeta, de nombre artístico el Cohen de Benissa, es de los que no suelen fallar. Ha recitado sus versos en el Pou d’Avall, en Orxelles, Núsols y en Santa Anna. “Volver a estos lugares me trae muchos recuerdos de infancia”. Poemas, cuentos y rondalles son compartidos de forma espontánea al murmullo del agua fresca. Y entre texto y texto, van cayendo las canciones.
Pau Alabajos, Sergi Contrí, Pepet i Marieta, Lluís Vicent Banyuls o Verdcel son algunos de los cantautores que han actuado. La próxima cita será hoy sábado en el lavadero de Orxelles. La Banyuls Saxophone Quartet, una agrupación formada por tres escoceses y una benisera afincados en Edimburgo, animarán la velada.
Fuente: El País.
Enlace: http://bit.ly/R8MSAC
Tras el abandono y la degradación, la concienciación sobre su valor histórico, arquitectónico y social es reciente, según explica Joan Josep Cardona, cronista oficial de Benissa. En la primera década del 2000, la presión urbanística amenazó la supervivencia del Pou d’Avall y fue una campaña ciudadana la que salvó al pilón de acabar en el centro de una rotonda. Hoy, una original y modesta iniciativa del Casal Cultural-ACPV de Benissa, reivindica su conservación. Desde hace siete años, la entidad organiza, con la colaboración del Ayuntamiento, els Llavadors poètics, una invitación a recuperar y ocupar los lavaderos con las armas de la poesía y la música.
“Son actos reducidos a los que suelen acudir unas 30 personas”, indica Gandía, miembro del Casal Cultural. “Cada uno viene con su cena y nosotros ponemos algo de picar y el postre. Encendemos velas y se crea un ambiente de complicidad entre los asistentes y los músicos”.
Benjamín Ortolá, agricultor y poeta, de nombre artístico el Cohen de Benissa, es de los que no suelen fallar. Ha recitado sus versos en el Pou d’Avall, en Orxelles, Núsols y en Santa Anna. “Volver a estos lugares me trae muchos recuerdos de infancia”. Poemas, cuentos y rondalles son compartidos de forma espontánea al murmullo del agua fresca. Y entre texto y texto, van cayendo las canciones.
Pau Alabajos, Sergi Contrí, Pepet i Marieta, Lluís Vicent Banyuls o Verdcel son algunos de los cantautores que han actuado. La próxima cita será hoy sábado en el lavadero de Orxelles. La Banyuls Saxophone Quartet, una agrupación formada por tres escoceses y una benisera afincados en Edimburgo, animarán la velada.
Fuente: El País.
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