sábado, 24 de diciembre de 2011

Ética y Política según Fernando Savater.

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Fuertes reacciones generaron en días pasados las respuestas que dio J.J. Rendón, el cuestionado asesor en marketing político, a María Jimena Duzán en la revista Semana. En esta, el venezolano dijo que su trabajo consiste en utilizar información “sustentada y objetiva” para hacer trizas a los candidatos rivales. También afirmó, al ser cuestionado por sus prácticas, que “eso de la ética es para los filósofos”.

Aprovechando la visita que hizo el filósofo español Fernando Savater a Medellín en el marco de la Fiesta del libro y la cultura, le pregunté, después de contextualizarlo, qué pensaba sobre la separación de ética y política que hace Rendón.

Lo primera respuesta que obtuve, a modo de chiste, fue que se alegraba que alguien tuviera en tan buena estima a los filósofos, pues él conoce a varios que no son para nada agradables. La segunda repuesta, la seria, fue que “la ética se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad, mientras que la política intenta coordinar de la manera más provechosa para el conjunto lo que muchos hacen con sus libertades. En la ética lo importante es querer bien, porque no se trata más de lo que cada cual hace porque quiere. Para la política, en cambio, lo que cuentan son los resultados de las acciones, se hagan por lo que se hagan, y el político intentará presionar con los medios a su alcance para obtener ciertos resultados y evitar otros”. En conclusión, para Savater ética es una cosa y política otra.

Sin embargo, el español no paró ahí, y dejó claro que si bien la ética es una cuestión personal, la política tiene unos valores inherentes que no se deben pasar por alto, como honestidad, transparencia, respeto, solidaridad e inclusión, entre otros.

Es la ausencia de valores en su trabajo político lo que tal vez María Jimena Duzán le reclamaba a Rendón cuando lo cuestionaba, de manera equivocada, por su ética. Él es libre para pensar que “todo vale” para conseguir cualquier objetivo que se trace, pero lo que no se le puede permitir es que transfiera su escala de valores al ámbito político.

Los ciudadanos podemos ayudar en este aspecto exigiendo que en las campañas electorales los aspirantes a cargos públicos discutan sobre aspectos programáticos, dejando de lado rumores, populismo, propaganda oscura y ataques personales, que en nada contribuyen para elegir al mejor candidato.


Quizás así, y con el paso del tiempo, podamos desterrar los antivalores que algunos han tratado de insertar en la política, mejorar la imagen que las personas tienen de esta actividad y tener servidores públicos idóneos para desempeñar sus funciones.

danielpayaresmontoya@elcubo.com.co

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