sábado, 23 de abril de 2011

Así, de repente...

Y llegó de repente sonriendo...

No pude evitar amarla sin conocerla, ¿cómo hacer eso?... Si es que al verla se detuvo mi andar, mi seguridad, mi fortaleza, mi prepotencia...

Había que hacer algo, hablarle… Decidí ser más audaz de lo normal y tocar su cabello…
No hubo vuelta atrás, ¿qué estaba sucediendo?

Allí en el asiento me miró y esquivé el disparo...

Alejandro Suárez Basso.

Photobucket

Derechos Reservados a Joaquín Lavado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario